El alemán está perdiendo las desinencias del genitivo. En su lugar, cada vez más hablantes usan el von + dativo.
Una pena. O no, en el fondo da igual. Es como pensar que da pena que los ríos erosionen el terreno creando gargantas o que pasen de moda los pantalones de pitillo…, aunque esto último sería una gran conquista para la humanidad.