Diario

  • Nuevas amigas.

  • Casi medianoche.

  • Adoro.

  • Último fin de semana de relax hasta no sé cuándo. El lunes por la mañana, festivo en Gondor (no en Mordor), me voy cinco días a Berlín por trabajo. Una movida que me va a tener en alerta 24/7. El miércoles, rueda de prensa aquí, mientras yo estoy allá, y la clave del evento soy yo. Un lío. Pero no puedo hablar, ya me gustaría.

    Berlín, Mon Amour. <3

    concrete structure
    Pariser Platz, allá voy.
  • ¿Quién me habría dicho a mí que me iba a meter en política? ¿A quién le sorprende? A nadie. ¿Aliado con un partido de «centro»? Eso sí es un giro inesperado.

  • 50.

    Madre mía.

  • Angry Spanish men have a long tradition of getting things done. But we need to change the approach: the times have changed and the optics of burning people alive are not good anymore.

    Yo mismo. Y como este blog es mío, me lo follo cuando quiero.

  • Mi primera ronda de financiación pública, chispas.

    Hoy tengo que intentar conseguir unos milloncetes para ponernos a trabajar con chavales y chavalas que no encajan ni en los centros de educación especial, ni en los que tienen programas no adaptados. Porque como no tengas un autismo severo, a ti no te ayuda ni el Tato y te pierdes en el sistema, acaban dándote de hostias por todas partes: por ser vaga, o por estar agotada cada vez que tienes que ir al colegio ocho horas al día, o porque no puedes hacer una multiplicación «con lo lista que tú eres».

    Y aquí estoy yo, que tengo de vendedor lo que Feijoo de ser humano con algún tipo de principio político, o sea, cero patatero, me voy a enfrentar sin corbata ni nada a una comisión de señores (siempre señores) a los que tengo que convencer para que me den un dinerall para algo que no les va a dar una medalla para ponerse. Porque queda fenomenal lo de decir «mira cuánto hemos invertido en la infancia» o «mira qué bien están nuestras universidades públicas», pero es un rollo eso de tener que elaborar y decir «mira, aquí hemos dado un dinerito para ver si la muchachada puede elegir un poco mejor su carrera académica y/o laboral, aunque estemos hablando de peluqueros, mecánicas de autobús o cuidadores de ancianos».