
Y estas cosas son las que hago en clase.
Y estas cosas son las que hago en clase.
Generalmente, las personas se convencen más por las razones que descubren por sí mismas, que por las explicaciones de los demás.
Blaise Pascal
Este es un principio válido para psicoterapia, para la vida y para mandar a la mierda a cualquiera.
La atracción sexual está determinada por el entorno cultural. De ahí que la percepción de qué es un cuerpo bonito cambie de cultura a cultura. Según Cunningham et al. (1995), los afroamericanos prefieren las mujeres más voluminosas que los blancos. Los hombres heterosexuales japoneses son menos flexibles a la hora de considerar un cuerpo bonito y prefieren mujeres con un índice de masa corporal mucho más bajo que los británicos (Swami et al., 2006). Al parecer, existe una relación entre el índice de masa corporal y la belleza y que, para que una mujer sea considerada atractiva por hombres heterosexuales, su peso debe estar entre unos márgenes determinados que cambian según la cultura (Tovee, 2005). Además, parece que existe una correlación entre el peso y el lugar de residencia: las poblaciones urbanas prefieren cuerpos más delgados que los individuos que viven en zonas rurales (íbid.).
Se puede objetar que estos estudios tienen problemas metodológicos importantes: los estudios están realizados en poblaciones exclusivamente masculinas y, por tanto, suponer que existe una relación entre el IMC y la belleza en la población general puede ser falso. También es cuestionable si el peso es el indicador preciso o si hay que buscar en otra parte, como si lo que se percibe como bello es lo que, culturalmente, está relacionado con signos de buena salud o fertilidad. El problema es que esos parámetros son más difíciles de medir que el IMC o la ratio cadera-cintura, como (Furnham 2006) y, en consecuencia, más complejos de operacionalizar y de analizar estadísticamente.
En cualquier caso, hay muchos indicios que sugieren que la belleza es cultural, a falta de encontrar las evidencias definitivas. De la misma forma, el amor y su importancia es un concepto de difícil traducción en ciertas culturas y algunos autores sugieren que es, de hecho, un constructo particular de la cultura occidental.
Cunningham, M. R., Roberts, A. R., Barbee, A. P., Druen, P. B., & Wu, C. H. (1995). «Their ideas of beauty are, on the whole, the same as ours»: Consistency and variability in the cross-cultural perception of female physical attractiveness. Journal of personality and social psychology, 68(2), 261.
Furnham, A., Swami, V., & Shah, K. (2006). Body weight, waist-to-hip ratio and breast size correlates of ratings of attractiveness and health. Personality and individual differences, 41(3), 443-454.
Swami, V., & Tovée, M. J. (2005). Female physical attractiveness in Britain and Malaysia: A cross-cultural study. Body image, 2(2), 115-128.
Tovée, M. J., Swami, V., Furnham, A., & Mangalparsad, R. (2006). Changing perceptions of attractiveness as observers are exposed to a different culture. Evolution and Human behavior, 27(6), 443-456.ISO 690
El 75% de las veces que sale un enfermo mental en un medio de comunicación es mostrando un comportamiento violentos (Harper, 2005) y los personajes con problemas mentales tienen 10 veces más probabilidades de mostrar un comportamiento violento que aquellos que no lo están (Diefenbach and West, 2007). En los medios españoles, el 25% de las referencias a la enfermedad mental son estigmatizadoras (Muñoz et al., 2011).
Para el público, es fácil vincular la enfermedad mental con la criminalidad. Esta conexión es especialmente llamativa en los casos de individuos con esquizofrenia o trastorno bipolar. Con los medios vinculando una cosa con la otra, se refuerza el estereotipo de la peligrosidad de la enfermedad mental, que, popularmente, se extiende a cualquier situación social: en otras palabras, el enfermo mental es peligroso, da igual el diagnóstico o que el tratamiento esté siendo efectivo. Enfermedad mental = peligrosidad.
Que los trastornos mentales pueden contribuya que algunas personas tengan comportamientos violentos es un hecho. Pero generalizar esta correlación equivale a ver la inmigración como la causa del aumento de la delincuencia. La enfermedad mental no es la causa última de la violencia: hay otros factores que contribuyen a la conducta agresiva o delictiva, como el consumo de drogas, los contextos familiares y sociales o el hecho de que muchos enfermos mentales hayan pasado por prisión: “la tasa de prevalencia de trastorno mental encontrada en la población reclusa era 5,3 veces superior a la de la población general” (García, 2021).
Debemos dejar de pensar que las personas con trastornos mentales son violentas. Y, de una vez, deberíamos plantearnos por qué la población reclusa en España tiene cinco veces más trastornos mentales que la población general. Es una cuestión de responsabilidad social.
Diefenbach, D. L., and West, M. D. (2007). Television and attitudes toward mental health issues: Cultivation analysis and the third-person effect. Journal of Community Psychology, 181–195.
García, E. H. (2021). Enfermedad mental y prisión: análisis de la situación penal y penitenciaria de las personas con trastorno mental grave (TMG). Estudios Penales y Criminológicos, 41, 59-135.ISO 690
Harper, S. (2005). Media, Madness and Misrepresentation. European Journal of Communication, 460–483.
Muñoz, M., Pérez-Santos, E., Crespo, M., Guillén, A. I. e Izquierdo, S. (2011). La enfermedad mental en los medios de comunicación: un estudio empírico en prensa escrita, radio y televisión. Clínica y salud, 22(2), 157-173.
Gergen dice que las características atribuidas a ciertos constructos que ahora tenemos naturalizados han evolucionado a lo largo del tiempo. A propósito de la maternidad dice lo siguiente:
«En la época moderna consideramos que el amor de una madre por sus hijos representa un aspecto fundamental de la naturaleza humana, así como que las emociones tienen una base genética. Si una madre no muestra amor por sus hijos, nos parece inhumana. No obstante la historiadora francesa Elizabeth Bandinter sostiene que no siempre fue así. En Francia e Inglaterra, durante los siglos XVII y XVIII, los niños vivían en forma marginal. Los escritos de la época ponen de relieve una generalizada antipatía hacia ellos, porque nacían en el pecado, significaban un fastidio insoportable y, en el mejor de los casos, solo servían para jugar o para convertirse en el futuro en labradores. Entre los pobres, que no practicaban el aborto ni tenían fácil acceso al control de la natalidad, abandonar a un hijo era una costumbre difundida. A todas luces, el concepto de instinto maternal habría aparecido extraño en estas sociedades.
Más aún, incluso la lactancia del niño era vista en muchos círculos como una pérdida de tiempo para la madre. Si la familia era lo bastante rica, el recién nacido era enviado al campo la mayoría de las veces para que alguna nodriza se ocupara de él; Y a raíz de los malos tratos que recibían de estas nodrizas, o de que la leche que le estaban no fuera alimento suficiente, era muy común que estos niños murieron. Esas muertes infantiles se tomaban como un asunto de rutina, ya que a la larga o a la corta un niño era reemplazado por otro; los diarios íntimos, al relatar las costumbres familiares, muestran que la muerte de un niño causaba tampoco inquietud en la familia como la de un vecino, o menos; son las actividades económicas de la familia a lo largo de aquella jornada ocupaba más espacio.»
Toma ya.
Referencias
De Gergen, K. J. (1992). El asedio del yo. En «El yo saturado: dilemas de identidad en el mundo contemporáneo» (pp. 19-40). Buenos Aires: Paidós.
«La esperanza de vida varía con al ubicación social. Aún en la sociedad norteamericana contemporánea existe gran discrepancia entre la esperanza de vida de los individuos de clase baja y de los de clase alta.
Además, tanto la incidencia como el carácter de la patología varían según la ubicación social. Los individuos de clase baja suelen ponerse enfermos con más frecuencia quel os de clase alta; asimismo, tienen enfermedades diferentes. En otras palabras, la sociedad determina cuánto tiempo y de qué manera vivirá el organismo individual. Esta determinación puede programarse institucionalemente ne la operación de controles sociales, como en la institución del derecho.»
BERGER, P. y LUCKMANN, T. (1993). La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu, p. 223
Toma ya.
Un excelente vídeo de How to ADHD respecto a la medicación y el estigma asociado a ella.
Las familias que medican a los niños y a las niñas no son malos padres.
La medicación no deja zombi a los niños, y si es así, entonces está mal pautada.
No es lo mismo que tomar speed o cualquier otra droga sin control médico.
Existe una abundante bibliografía sobre el diagnóstico de TDAH que confirma la eficacia de la medicación y los beneficios de los tratamientos médicos con terapias psicológicas.
Como no hay nadie que hable del coronavirus, voy a hablar yo. Hoy, domingo de ramos, con todo quisque encerrado por decreto, creo que lo más conveniente es hablar de coronavirus. Coronavirus. Coronavirus. VIRUS VIRUS VIRUS. Y como llevamos muy bien eso de no salir, trabajar desde casa, quedarnos de pronto sin trabajo, lidiar con los niños dando saltos, cuidar a enfermos, no poder relacionarnos con nadie y estar todo el día leyendo sobre el coronavirus (virus virus virus), vamos a hablar de estrés, que es el término científico para estar hasta el coño.
¿Cómo reacciona el cuerpo ante una situación de estrés cualquiera? El cuerpo necesita todos los recursos disponibles para ejecutar las conductas de huida o enfrentamiento (fight or flight). Para ello, el sistema nervioso da la orden a la corteza suprarrenal para que segregue corticosteroides como el cortisol. El cortisol es el Sauron de tus hormonas y tus glándulas suprarrenales son Barad-Dûr, para que nos entendamos. El cortisol ayuda a degradar las proteínas y a convertirlas en glucosa. ¿Para qué? Para que el organismo disponga de la energía suficiente para activarse ante la situación estresante. También aumenta el flujo sanguíneo y estimula el que todo el cuerpo se encuentre en un estado de mayor vigilancia, o sea, que pueda reaccionar con mayor rapidez ante cualquier estímulo amenazante. En otras palabras, los corticosteroides te ayudan a sobrevivir.
(más…)Acabo de entregar un trabajo de psicología del desarrollo y ahora me he puesto a estudiar psicobiología.
En el apartado sobre el potencial de reposo y el potencial de acción de las neuronas me encuentro con esto.
Este meme me representa ahora mismo.