Llevo varios días con una crisis de lecturas. Me explico. Después de la resaca de la Trilogía de Nueva York, de Auster, después de Jane Eyre, que me marcó hasta el colodrillo, y no va de coña, después de atascarme con Marte Rojo, de Stanley Robinson –“atasco” igual a «lectura lenta»– y después de las salamandras, vivo sin vivir en mí. Tengo pendientes uno de Ballard, El día de la creación, que no quiero empezar para no saturarme –aunque es difícil con este autor, pero no sé por qué quiero darle más tiempo–, y otro de Almudena Grandes, Mercado de Barceló, que tiene muy buena pinta; pero no encuentro ninguna novela de ciencia-ficción que me apetezca leer ahora mismo. Quizá no sea el momento, puede que esté empachado o será que ya he leído todo lo que me apetece –lo dudo, me falta una larga lista de autores–, pero voy a La Casa del Libro o a París-Valencia o a FNAC o ande sea y salgo con otras cosas, pero no con ci-fi. Hace poco me saturé de Dan Simmons –con razón, después de 1.800 páginas–, antes me había pasado con Wyndham –y de paso recomiendo El día de los Trífidos–, con Pearl S. Buck y con Gaarder, y aprovecho para decir que el que más me gustó fue El misterio del solitario, no El mundo de Sofía.
¿Os habéis atascado alguna vez? ¿Habéis tenido algún empacho de autor –novísima etiqueta que me invento, por la presente–?

  1. sihaya

    Vaya que si me he empachado… unos cuantos, y luego sale uno con un cacao mental que no veas. Ejemplo: como se te ocurra leer toooodo lo de Asimov (y supongo que no lo leí todo, es imposible) en un mes, como me pasó a mí, pues claro, acabas confundiendo a Susan Calvin con Elijah Baley y Hary Seldon… Otro ejemplo, Terry Pratchet, que me cogí tal empacho que es como cuando te pillas una cogorza de algo, ya sólo leo uno al año o si no, no lo quiero ni oler. Creo que me ha pasado con muchísimos autores, porque en un momento dado los descubro, pienso «qué guay, me lo voy a leer tooodo» y así me va…

  2. sihaya

    Ah, y por cierto, si en Marte Rojo te atascas, déjalo para otra época que tengas mono de ciencia ficción (dura :P). Está muy bien como para desperdiciarlo porque no estés del humor adecuado.

  3. El misterio del solitario, me lo apunto.
    Atascado muchas veces, una o dos por año. Y me fastidia porque a veces no tiene razón de ser. Creo que es tu estado de ánimo general de esa época que no va con ese libro en concreto. Yo qué sé.
    Yo ahora mismo estoy atascada, si te sirve de consuelo, pero también noto interiormente cuándo voy a salir, y ya me está pasando.
    Me explico fatal.
    A veces también me pasa que quiero abarcar tanto que no doy abasto y me saturo.

  4. SIHAYA
    😀 No empecemos con la ci-fi dura que se me pone ídem (si es que soy un ordinario), pero es que los leuros ésos me duelen en el alma. Yo sigo, no está mal, pero no es de ésas que me entusiasmen.
    IWI
    El misterio del solitario me gustó mucho. Es un cuentecico, pero tiene su gracia si no le buscas la interpretación.
    Lo que me ocurre también es que no sé ni qué elegir, no es que me atasque con un libro -que me ha pasado muchas veces-, es que voy y no me apetece nada… ¿será la primavera?

  5. Sonia

    Yo mas bien quiero leer mucho pero abarco poco. Yo mas que saturada, diria cansada, por ejemplo Anne Rice, tiene algunos buenos pero otros ya huelen, asi que si empiezas con las de los vampiros llegas un momento que pillas alguno que ves que ni chicha ni limona y luego los mezcla con «las brujas de mayfair» y ya me parece demasiado.

  6. Sonia

    Hablando de ci-fi, yo me tengo que leer para el mes de junio, «gambito de dama», porque conozco al autor y me gustaria darle mi opinión, pero no estoy muy inspirada.

  7. A mi me pasó con Palahniuk (o como rayos se escriba), y mira que tiene pocos y he leído menos. No sé, a lo mejor eran demasiados personajes depres en muy poco tiempo…

  8. A todos nos pasa… por suerte después encontramos cosas interesantes y retomamos la lectura.

  9. In I Go

    Yo, antes de empacharme, lo dejo. Luego no recuerdo qué es lo que he dejado. A pesar de mis ‘ataques’ a Auster, he acabado sus libros, incluída la Trilogía.

  10. Aprovechando la ventaja que me da la diferencia horaria y la impunidad de la noche… y abusando de la hospitalidad de Omanero… aprovecho para confesar que no me gusta demasiado Auster… creo que está sobrevalorado… y además no sabe acabar los libros. (Hala. Pues ya lo he dicho y tan a gusto que me he quedado). Y para no ser del todo negativa, recomiendo ‘Budapest’ de Chico Buarque (sí, también escribe el hombre) que además es amigo de Auster con quien hizo una gira por bibliotecas del mundo leyendo no sé si obras de ellos mismos o de otros. También recomiendo un japonés que se llama Haruki Murakami. Yo lo estoy descubriendo ahora y me parece flipante.
    A mí me da mucha rabia atascarme, que también me pasa, con los libros que me traigo a la montaña o que me llevo de viaje. Porque no hay vuelta, o lees eso o nada.

  11. Sonia

    Buff, macorina, a mi eso me daria un ataque de angustia. Yo necesito tener cerca un buen libro y cuando veo que lo voy a terminar cojo otro y llevo los dos.

  12. malayerba

    Yo también me empaché de Palahniuk, pero bien.»Diario», bien, «Asfixia», vale, «Nana», bueno, ya está bien, tío.Que me deprime.Otro:Vargas Llosa.Me encanta, es un fiera, pocos libros tan trrrrremendos como «La ciudad y los perros», pero coño, ¿quién ha sido el listo que le ha publicado la última?¡Es infecta!
    «Mercado de Barceló» es el que menos me ha gustado de Almudena Grandes.»Los aires difíciles» la que más.Y «El corazón helado» sí, vale, está bien…pero ya empacha un poco, la verda, mil y pico páginas de «hay que ver qué buenos eran los buenos, y qué malísimamente malos los otros»…uf…

  13. Macorina, a mí eso me pasó hace muy poco con el libro de cuentos «Humor pródigo» de Pedro Zarraluki, el Nadal del 2005. Me lo llevé a Marruecos, y allí no habia otra cosa. Uy, que tostón, y encima tiene el tío la desvergüenza de llamarlo «humor». El primer cuento mal, decepción grande, el segundo miiira, tenía un punto de originalidad, que no de humor, el tercero defenitivamente no y al cuarto pensé en quemarlo en la chimenea cuando faltaba leña. Y mientras veía a mi amiga leyendo un estupendo ensayo sobre la belleza o no se qué, y se reía y todo, y yo «déjamelo un poquito» y cuanto más veía ella que el mio era un rollo más se aferraba al suyo. Qué horror. Luego teníamos dos libros más, pero eran de fotografías, qué bonitas, pero qué pronto se acababa aquello.

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