Johnson se hizo eco del mismo argumento que ya expusiera Roosevelt cuando dijo que la seguridad económica es un prerrequisito de la libertad individual: "El hombre que pasa hambre, que no puede encontrar trabajo ni dar una educación a sus hijos, que está doblegado por la necesidad, no es un hombre plenamente libre". Johnson defendía su proyecto de reforma liberal progresista en nombre de la mejora de la capacidad de las personas para elegir y perseguir sus propias metas. "Llevamos más de treinta años trabajando diligentemente, con iniciativas como la Seguridad Social o la actual Guerra contra la Pobreza, para ensanchar la libertad humana. Y de resultas de ello [sic.], los estadounidenses son hoy más libres para vivir como quieran hacerlo, para perseguir sus ambiciones, para satisfacer sus deseos que en ningún otro momento de nuestra gloriosa historia."
Sandel, M. J. (2020). El descontento democrático. Debate. P. 225.
Tenemos la idea de que los estadounidenses nunca han pensado en cosas como el estado del bienestar, pero no. Nunca han sido el epítome de la protección social, es cierto, pero tendemos a pensar que lo que Reagan hizo en nombre del anticomunismo fue siempre la forma en que el país lidiaba con la protección de la población más desfavorecida.