Este es post palomitero, que lo sepáis.
Ni matar al león de Nemea, ni limpiar los establos de Augias, no, rellenar un cuestionario, que para los que estén familiarizados, me ha parecido como jugar al Zelda: me consiga cuarta y mitad de espada del rayo cósmico para matar al orco de la caverna sulfurosa que te dará la escama con la que podrás abrir la puerta de la mazmorra ande se escuende el Chinotauro, a la sazón, Guardián del Elemento Agua del Reino de Hyrule.
La situación es la siguiente. X es autónoma, da clases de idiomas en empresas. Hete aquí que, inesperada e insospechadamente, la Consellería de Educación se pone en contacto con X para decil-le: Me imparta cuatro clases de alemán de lunes a jueves, viernes alternos y fiestas de guardar. Hasta ahí todo estupendo. Como se trata de una sustitución y a X no se le caen los anillos por trabajar más horas, decide que quiere continuar con las clases que anteriormente tenía acordadas con las empresas. Genial, estupendo y maravilloso. Bueno, pues para dar clases para la Admón –que no es un dios egipcio– y seguir trabajando en tus labores se necesita una “Declaración de compatibilidad”, que es lo de siempre: para conseguir el formulario B-314 necesitas una copia compulsada del E – 70 / B, que, a su vez, sólo se consigue si aportas tres fotografías tamaño can-né, un bonobús usado y la afiliación a la CNT y, por supuesto el B-314. ¿Me seguís? La funcionaria, no. Y diréis, qué divertido, pues sí, pero cuando estás en el ajo, no lo es tanto.
Centrémonos. Para que declaren compatibles las actividades que tú realizas fuera de la Admón, se requiere
a) la nómina de la Admón y
b) una solicitud de compatibilidad.
Se da el caso de que para a) necesitas b) y para b) necesitas a), total que aquí no es la pescadilla que se muerde la cola –la pobre, jatetú toa la vida mordiéndose la cola, que ya sólo le quedará el muñón o tendrá una cola larguísima y no continúo porque me da la risa–, sino la funcionaria que te toca los cojones y se da cuenta años después de haber estado toda la vida resolviendo paradojas que ni la del ateniense. Por algún sitio hay que empezar. Pues aquí vamos X y yo a la Consellería:
ACTO 1, en la recepción
X: Mu güenas, vengo a compatibilizarme.
FUNCIONARIO 1: ¿Mande?
X: Que sí, buen hombre, que vengo a que me declaren compatible.
FUNCIONARIO 1: Pues mirusté, que yo no tengo ni puta idea de esto, vaya y pregunte en información.
ACTO 2, en información
X: Mu güenas, vengo a compatibilizarme.
FUNCIONARIO 2: Uuuuuu, pues tiene que rellenar la solicitud de compatibilidad.
X (con cara de póker): Me ponga cuarta y mitad de solicitud de compatibilidad.
FUNCIONARIO2: Chica, si eso está en la güeb.
Runrún, runrún (sonido del disco duro del ordenador), runrún, runrún.
FUNCIONARIO 2: Ahora, que funcione la impresora.
(X haciéndose cruces)
FUNCIONARIO 2: Aquí la tienes, la rellenas y la entregas en el registro de entrada.
X: Mu bien, muy amable, muchas gracias.
ACTO 3, en un pasillo inmundo, rellando la solicitud.
X: Nombre… (escribe el nombre), apellidos… (escribe los apellidos), DNI… (escribe el número de DNI), CÓDIGO NRP – 3… (runrún, runrún, runrún, disco duro de X funcionando a 133 Mhz), oye… ¿qué es eso del CÓDIGO NRP-3?
Yo: Preguntemos en información.
ACTO 4, en información, otra vez
X: Güenas, que esto del CÓDIGO NRP-3, ¿qué es lo que es?
FUNCIONARIO 2: (Runrún, runrún, runrún…) Pues pregunta en el registro de entrada que esto lo sabrán allí.
ACTO 5, en el registro de entrada
X: Güenas, vengo a que me explique…
FUNCIONARIO 3 – TROLL DE LA CUEVA: Uuuuuuuuuuuu, esto aquí no es, pregunta en información.
X: Señora, vengo de allí.
FUNCIONARIO 3: Pues pregunte en el mostrador de la entrada a dónde tiene que ir.
ACTO 6, en el mostrador de la entrada
X: Güenas bla, bla, bla (ya sabéis el resto).
FUNCIONARIO 1: Uuuuuuuu, eso tendrá que ir al negociado de recursos humanos o personal docente y adyacentes. Me den los deneíses.
(Entrega de deneíses. El funcionario, con un dedo, UNO y la técnica del águila sobrevolando las teclas, mete los datos, a todo esto cual cirujano: “insertando deneí, instertando nombre, insertando apellidos, imprimiendo pegatinas identificativas”, que parecía el ordenador central de la nave comercial Nostromo, en fin, continuemos.)
FUNCIONARIO 1: Te pongas la pegatinica… uuuuuuuu, tú no te la pongas en la chaqueta, que es de cuero y se te pondrá hecha unos zorros, y luego eso se lava muy malamente.
Yo me pongo la pegatina en la frente y me consta que X a puntito ha estado de ponérsela en otro lugar, pero al final se la ha a-pegado sobre la teta izquierda.
FUNCIONARIO 1: Pasen por el arco detector de metales, me vayan al fondo del pasillo, giren a la izquierda, busquen a alguien por allí y si no encuentran a nadie, vuelvan al pasillo y vayan por la derecha.
X y yo, evidentemente, con cara de escalera de color. Pasamos por el detector de metales.
ACTO 7, en la mazmorra del funcionario
Pasillo tipo resplandor, giramos a la izquierda, otro pasillo tipo resplandor, pero este con un toque apocalíptico más interesante, todos los ordenadores encendidos, papeles sobre las mesas y nadie, repito, nadie en las oficinas, como si hubieran desaparecido, volatilizados, esfumados, nadie (imagínense los matorrales pasando por delante de sus narices). Volvemos al primer pasillo, giramos a la derecha y nos sale al paso la funcionaria 4, monstruo final de pantalla, para los que hayan jugado.
X: Mu güenas (con tono irónico), vengo a que me expliquen cómo compatibilizarme.
FUNCIONARIA 4: Pues aquí no es.
X: … ¿Y dónde es?
FUNCIONARIA 4: Uuuuuuuu, mira, no sé será por allá.
Yo: Pues es una indicación muy vaga e imprecisa.
FUNCIONARIA 4: (Runrún, runrún, runrún, y cara de mala hostia) ¿Qué quieres? ¿Que te acompañe? (sale al pasillo) Id a la otra parte del edificio y cuando veáis la puerta amarilla, entráis. Veréis una fotocopiadora, pues continuáis a la izquierda, después a la derecha y preguntad por ahí (casi le falta decir que necesitaríamos la trifuerza, la espada brillantosa y el amuleto chisporroteante, pero no, sólo necesitábamos paciencia).
X: (Runrún, runrún, runrún)
Yo: (bien alto, pa que se entere) ¡Qué poco sentido del humor!
X: (Runrún, runrún, runrún)…
ACTO 8, la puerta amarilla: el más alláaaaauauauauaua. ACTO FINAL.
Tras ocho km de pasillos, puertas amarillas y fotocopiadoras, nos encontramos ante la sala del trono.
X: Mu güenas (sarcástica), vengo a que me compatibilicen, si puede ser, claro, por cierto, nos queda todo el ala oeste que recorrer, ¿quizá sea por allí?
FUNCIONARIO 5 – El amable: Uuuuuuuuuu…
X: (Runrún, runrún, runrún) Llevamos cinco despachos, seis funcionarios, dos guardias de seguridad, tres recepcionistas, la del registro, dos fotocopiadoras, tres puertas amarillas, por aquí llevo la espada de la trifuerza, el bonobús usado y la partida de nacimiento.
FUNCIONARIO 5 – El amable: Uuuuuuuuuuu, es que eso lo llevan Reme y Carmen.
X: ¿Y dónde puedo encontrarlas? (Arrefurgando en el bolso a ver si encontraba la brújula dorada y el mapa de la mazmorra)
FUNCIONARIO 5 – El amable: Pues es que hasta mañana no vienen.
X: ¿Pero es aquí?
FUNCIONARIO 6 – Amable, también: Sí, sí, es aquí (y les ha faltado ofrecernos posada después de tan largo viaje).
X: Mirusté, es que vengo a compatibilizarme y sólo quería que me dijeran qué es el CÓDIGO NRP-3, si vuestras mercedes fueran tan amables de indicarnos qué significa este arcano código…
FUNCIONARIO 7 – Amable, también, que ha acudido a la vista de que una visita había llegado a tan lejanas tierras: Pues mira, yo, por lo que sé, el CÓDIGO NRP-3 es el número que tienes en la casilla 14 de la cédula de aceptación de responsabilidades docentes del centro especial de enseñanzas regladas, pero lo puedes calcular tú misma.
X: (Runrún, runrún, runrún)… Ya, pero es que sólo, insisto, sólo quiero saber cómo se saca el CÓDIGO NRP-3.
FUNCIONARIO 7: Pues mira, eso pregúntaselo a Reme o a Carmen.
FUNCIONARIO 8: Uuuuuu, necesitarás traer el horario bien detalladito.
X: Sí, mirusté, aquí está.
FUNCIONARIO 8: Uuuuuuuuuu, necesitarás un certificado de las empresas.
X: Pero si soy mi propia empresa, que soy autónoma.
FUNCIONARIO 8: Uuuuuuuuu, pues entonces necesitarás el NRP-3
¡¡¡POOOIIINNNGGG!!!
X: (Runrún, runrún, runrún)… ¡¡¡Pero si sólo quiero saber qué es el NRP-3!!!
FUNCIONARIO 8: Pues eso, háblalo con Reme o con Carmen.
FUNCIONARIO 7: Pues te doy el número de teléfono de Reme y Carmen, porque lo tuyo es muy complicado, es que eres de raritaaaa.

  1. Sonia

    :)) :)) :)) :)) Clavaito a uno de los episodios de Asterix y Obelix.
    Lo mio en hacienda ha sido más rápido. Vengo a entregar esta declaración, «pasa de 15, tiene que enviarlo por internet y necesita firma eléctronica», yo con cara de :S tonta vuelvo al trabajo y llamo por telefono para que me den una solucion, «busque una gestoria y que se lo tramitan».
    Y lo mejor ir con un nif caducado y para renovarlo tenerles que decir yo, lo que hay que hacer y me piden que les lleve la orden publicada en el B.O.E, que ellos a golpe de ratón la tienen.
    Pero digo yo, y si no me funciona el interné, ¿me bajo al ciber de turno?

  2. Sonia

    Ya se que no es el tema pero, ¿Alguien más quiere participar en la lectura sincronizada del foro? que tengo ganas de empezar a leer :B
    ¡¡Hala!! animaros y empezar a pasar por alli.

  3. Tranquilamente se puede hacer una película con esta historia. Si me hubiera pasado a mí, habría terminado a los gritos con todo el mundo. Odio la burocracia >:< y me pone muy nerviosa.

  4. El esmaily enojadito sigue sin funcionar, me quedó otro en su lugar. :S
    ÓSCAR DICE: Ya está arreglado. Espero que a partir de ahora siga funcionando sin problemas, que éste da la lata.

  5. Nada, que voy a volver a repararlo, a ver si así empieza a funcionar correctamente…
    A mí la burocracia también me pone del hígado y eso que hay que reconocer que la cosa ha mejorado bastante de un tiempo a esta parte, porque he conocido y sufrido situaciones que ni os cuento.
    Sonia, lo de la firma electrónica me sigue pareciendo todavía un misterio de la ciencia, todavía no he conseguido entender cómo leñes funcionan.

  6. Sonia

    No sólo es cuestion de burocracia, tambien de la gente que hay detrás de esa burocracia y que hasta teclear una palabra les cuesta horrores. No entiendo la falta de amabilidad. Sé que el público tambien tiene su aquel, pero no es excusa. =?

  7. Bien, no viene al caso con tú post.
    Te deje un mail, no sé realmente si te llego, o no te intereso responder.
    Saludos Óscar.

  8. Lo he buscado, lo he debido tirar a la papelera sin querer. :L

  9. :)) :)) :))
    Oscar hijito, hacía tiempo que no me reía tanto!! Yo que he trabajado bastantes años en una asesoría doy fe que lo de enfrentarse a la burocracia de las administraciones públicas es como marcharte a la guerra: igual vuelves, igual no ( hay ministerios en los que sigues las indicaciones hasta el lugar indicado…pero pa salir….chungo), igual haces la gestión, igual te explican como hacerla vuelves al día siguiente con cara de «lo hice, lo hice»..y resulta que era exactamente al contrario…en fin que tu descripción no se puede mejorar!!
    Y respecto a la amabilidad, hay un refran que dice: «si no sabes sonreir no montes tienda»..pero hay funcionarios mega eficientes y encantadores, y otros que están ahí por que tiene que haber de todo en la vida.
    Por cierto, la firma digital se solicita en Hacienda y te permite hacer determinados trámites, en tu nombre, o para terceros, (según el tipo de firma electrónica que solicites), si necesidad de acudir personalmente lugar fisico correspondiente: mazmorra/cueva o despacho con puerta amarilla de turno.

  10. Firma digital..ja, ja…ya no se ni lo que digo!! A la firma electrónica me refería!! :S

  11. Sí, desde luego que funcionarios hay de todos los colores, clases y simpatías, ¿y el gusto que da encontrarte con uno que te informa de todo y, encima, te facilita las cosas? Si es que para todo hay que ser profesional…

  12. ¡Qué risa (el relato, no la cosa en sí, aclaro! Cuando habéis llegado a la puerta amarilla, vamos, es que ya no podía seguir leyendo de la risa. Lo dicho: las covachuelas de larriana memoria, con todos los ordenadores y cachivaches modelnos que se quiera, pero lo mismo (o peor). ¡Pena de país!

  13. Sí, contado así parece divertido y todo, pero cuando vives la situación –por la que todos hemos pasado, creo–, se ríe uno bastante menos.
    De todas formas hay algo que los ordenadores lamentablemente no dan: la profesionalidad, el buen hacer y las buenas maneras. Generalizar con los funcionarios es un error, pero por la naturaleza de las gestiones que uno tiene que hacer en la o para la Administración, cualquier encontronazo que uno tenga es bastante más peliagudo que si fuera, pongamos, con el panadero de la esquina.

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