Las redes sociales, especialmente Instagram, se han convertido en una fuente aparentemente interminable de información sobre cualquier tema que te puedas imaginar, incluida la psicología. Pero no todo lo que se comparte en estas plataformas proviene de fuentes fiables y bien informadas y, de hecho, a veces dicen estupideces como un piano de grandes. Si fueran tonterías y ya, vale. Pero es que hacen más daño que otra cosa.
La psicología no es tan sencilla
Instagram es una plataforma visual que favorece la simplicidad y la inmediatez. La psicología, no es así: es una disciplina compleja y en constante evolución que requiere un entendimiento profundo y muchísimo análisis crítico, como cualquier ciencia (sí, ciencia). Los contenidos que consumimos al hacer scroll simplifican excesivamente los conceptos psicológicos, las teorías y las explicaciones, presentándolos de manera atractiva pero superficial.
El problema es que cuando un contenido se presenta de manera atractiva y sencilla y ofrece una respuesta simple a un problema complejo, resulta muy pegadiza. Sin esfuerzo, de pronto, podemos utilizar una guía que aplicamos a todo, desde las relaciones de pareja, hasta cómo lidiamos con la amiga tóxica, pasando por nuestros probelmas para decir «no». Pero no todo es tan fácil y aplicar estas reglas tan básicas hace que le eches sal gruesa a todo.
Además, hasta donde yo sé, hay muy pocos creadores en Instagram que se hayan licenciado en psicología. Y muchos menos los que son especialistas en terapias. A menudo, estos influencers (que en muchas ocasiones son gente con pasta, guapa y que tiene la palabra fácil) comparten sus opiniones y experiencias personales disfrazadas de autoridad en la materia cuando, en realidad, carecen de la formación académica y la experiencia clínica necesarias para abordar de manera precisa y ética asuntos psicológicos complejos. La psicología es una ciencia rigurosa que requiere años de estudio y práctica para comprenderla plenamente, y confiar en información no verificada de fuentes no especializadas puede conducir a malentendidos y consejos poco sólidos.
La simplificación excesiva de los trastornos mentales es otro de los problemas. Los trastornos psicológicos son a menudo presentados de manera burda, con descripciones que no reflejan la complejidad y la variedad de experiencias de las personas que los experimentan y que se basan en haber leído un artículo de la Wikipedia. Esto puede contribuir a la estigmatización y a una comprensión inadecuada de los problemas de salud mental pero también hace que mucha gente piense que tiene ese trastorno. Es como cuando algunas personas cogen el DSM-5 (el manual de diagnóstico clínico), que piensan que tienen un trastorno de ansiedad, uno de la personalidad y son bipolares. Entender y manejar correctamente el DSM-5 es cuestión de años de estudio, práctica, entrenamiento y mucho ojo clínico.
Para ser psicoterapeuta debes haber estudiado, y mucho
La psicología es una disciplina en constante evolución, con nuevas investigaciones y descubrimientos que desafían y amplían constantemente nuestra comprensión de la mente humana. Sin embargo, la información que encontramos en Instagram a menudo carece de la actualización necesaria y puede basarse en ideas desactualizadas o desacreditadas, como cuando hablan del síndrome de Asperger. Confiar en ese contenido desactualizado puede llevar a la adopción de prácticas obsoletas o ineficaces, lo que termina siendo perjudicial tanto para aquellos que buscan ayuda como para quienes intentan proporcionarla. Y no sólo eso, sino que muchos terminan diagnosticando a otros a partir de lo que han visto en las stories. ¿Quién no ha escuchado decir a alguien lo de que alguien está sufriendo un trastorno de personalidad narcisista? Yo, muchas veces.
La falta de contexto también es un problema común en las publicaciones de Instagram sobre psicología. La psicología se basa en gran medida en la comprensión de la individualidad y la diversidad de las experiencias humanas, la multitud de variables que afectan a las personas y cómo las personas podemos entender el mismo hecho de mil millones de formas diferentes. Las stories carecen de la profundidad necesaria para abordar la complejidad de los problemas psicológicos y pueden proporcionar soluciones simplistas que no son aplicables a todas las situaciones. Para sacarte la carrera de psicología tienes que estudiar años, pero tú puedes diagnosticar un TOC y hablas de responsabilidad afectiva por lo que has visto en las stories de tu influencer de confianza.
Hacer caso de lo que dicen sobre psicología en Instagram es una tontería muy grande: la información está simplificada, muchas veces está equivocada y quien te la proporciona ni ha estudiado ni tiene en cuenta los múltiples contextos en los que se genera la conducta humana. Es importante abordar la psicología con seriedad y responsabilidad, buscando información en fuentes confiables y, cuando sea necesario, consultando a profesionales debidamente cualificados para obtener orientación y apoyo.
Es que me harta la gente que mira Instagram y ya te habla de responsabilidad afectiva y narcisismo como si hubiera hecho la carrera.
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